viernes, 9 de octubre de 2009

Fenómenos meteorológicos

Llueve. Llueve mucho. Llueve agua y llueve hacia abajo. Tal vez esto último se deba a la gravedad. No lo sé. Para variar, ha empezado a llover a la hora de salir de clase. Nada, cuatro gotas. Y, por si eso fuera poco, mi madre y mis dos hermanos pequeños han venido a buscarme al instituto. Y cuando digo instituto no me refiero a que me esperaran en la salida del recinto, no: me esperaban dentro del instituto.
Al verlos, me he despedido de mis amigas y les he dicho que se dieran prisa a ir hacia el coche, ya que seguro que se pondría a llover más. Luego, hemos salido del recinto, a duras penas, ya que los días de lluvia es imposible salir, debido al tapón de gente alérgica al agua que se forma en la puerta. Una vez fuera, mi madre, ha desplegado su paraguas/paracaídasPara20Personas, que además es de colorines. He acelerado el paso. Mi madre se ha parado a decirle a otra madre, en un tono de voz suficientemente potente para que se enterara medio instituto, que yo me avergonzaba de que me hubiera venido a buscar. Entonces, esa mujer le ha respondido: "ah, pues que se moje!"
Como yo había supuesto, ha empezado a llover más fuerte y hemos llegado al coche por los pelos. Claro, después resulta que el problema es que yo me avergüenzo. En fin, a eso le llamo yo empezar el fin de semana con buen pie.
Después de comer, he subido al piso de arriba y, para mi sorpresa, he visto que la ventana y la persiana del baño estaban abiertas. Cuando llueve con esa fuerza, la mosquitera es la mejor forma de evitar que entre agua en casa. Es tan eficaz como esa manta antibalas que todos tenemos en nuestra cama y con la que nos tapamos cuando nos da por creer que hay un asesino psicópata en casa. La mosquitera nos protege de la lluvia y la manta de los cuchillos y las balas. Lógico.
En fin, sólo espero que no llueva tanto como cuando se nos inundó el sótano. No voy a relatar esta historia hoy porque sería demasiado para quien lo lea.
Vaya, ya ha parado de llover. Eso evitará muchas catástrofes en mi casa. Siempre pasa igual. Empieza el día soleado y luego, hace estas tonterías. ¡Qué tiempo tan extraño!
Oh, no, ahora vienen mis hermanos. Se me acaba el tiempo de inspiración. Encienden la Play Station. Ponen un juego. Empiezan la partida.
Un personaje dice:
-Bonito día para morir.
-*Gruñido inteligible.
Pam, pum, pim. Se pegan. Mis hermanos se emocionan. Empiezan a gritarle a la tele. Tanta violencia no es buena, ya se lo dije.
Pongo música.
"I'm singing in the rain, just singing in the rain. What a glorious feeling I'm happy again."
Bueno, me despido. Espero no haberos aburrido.

1 comentario:

  1. "Es tan eficaz como esa manta antibalas que todos tenemos en nuestra cama y con la que nos tapamos cuando nos da por creer que hay un asesino psicópata en casa."

    Genial xD

    ResponderEliminar